Comentario de opinión de Jairo Velasco sobre la actualidad futbolística.
Se antoja muy complicado hablar de fútbol en una semana como esta. Una situación que debería cambiar no solo el presente, si no también el futuro de un país que una vez más se manifiesta muy por encima de la forma en la que nuestros gobernantes actúan.
Tan solo hace unas pocas horas que finalizó la decimotercera jornada de la Liga Hypermotion y no creo que casi nadie tenga recuerdo de lo que pasó en ella. Un oasis que transcurrió paralelo a la realidad que azotaba nuestra nación, porque las cabezas estaban en otro lugar, muy lejos de los terrenos de juego, llevando todos dentro el dolor de una escenario evitable.
Y aún más duele ver una nación volcada, remando por fin en la misma dirección, de una manera tan solidaria mientras otros únicamente piensan en seguir llenándose los bolsillos. Porque la eliminatoria de copa aún nos pilló por sorpresa, sin saber muy bien lo que estaba ocurriendo, pero no habrá nadie en desacuerdo en que en este fin de semana no se debería haber disputado ningún encuentro.
Porque el deporte además de competición, ha de ser celebración. Y no tenemos nada que celebrar mientras los vecinos valencianos siguen buscando familiares entre el lodo.
Una vez más falla la sensatez, esa ausencia de lógica que hace sobrepasar el ridículo y que convierte todo en un gran sinsentido.
Solo dar de nuevo las gracias a una ciudadanía que responde cuando hay que responder, porque sin esperanzas en los de arriba, solo el pueblo salva al pueblo. Este es el verdadero patriotismo, el de la solidaridad hacia el prójimo, por mucho que nos intenten enfrentar a unos con otros mientras a ellos únicamente les importa su supervivencia.