Extraordinaria victoria amarilla tras superar físicamente a la escuadra riojana y mostrar de nuevo un juego versátil ante un gran equipo. El primer acto se cerró con una cómoda renta de tres goles 17-14. En la segunda parte, un parcial de 4-0, una vez superado el ecuador sentenció el choque. Los arandinos se asientan en las posiciones de salvación tras una semana mágica.
Tubos Aranda Villa de Aranda demuestra su poderío como local para superar a Logroño (32-27) Segunda victoria en casa en apenas tres días tras la de Benidorm el pasado miércoles que asienta al equipo en los puestos de salvación. Los amarillos igualan el poderío físico ante los riojanos para llevarse un duelo apasionante.
De inicio Tubos Aranda igualó en intensidad a un potente Logroño tras el constante intercambio de golpes con dominio alterno en el marcador. Igualdad inicial y partido de un ritmo frenético. Del 2-3 se pasó al 6-5 con un Logroño que se mantenía en el envite por su rapidez al contragolpe. Pero Aranda tenía escondida sus piezas clave: Arthur y Dalmau se unieron al infranqueable Pau Guitart, que comenzó su recital. Así, mediado el primer acto llegó el primer tiempo muerto del encuentro solicitado por Miguel Ángel Velasco con 11-8 en el marcador. Fantástico arranque de la escuadra de las tierras del Duero.
Una cómodo renta de tres tantos se estabilizó el coche (13-10) dando margen al cambio de actores en cancha para dar la importancia necesaria a las rotaciones en el cuadro arandino tras el partido del pasado miércoles ante Benidorm y al anterior el domingo en Valladolid.
Cómodo en la pista y mandando en el marcador el Tubos Aranda siguió con un juego fluido superando la defensa riojana, con muchos problemas para defender la movilidad amarilla y a un Dalmau desatado con seis goles. Pol Roy devolvía la renta de tres goles desde el extremo (16-13) El primer tiempo se cerraría con un esperanzador 17-14.
Pasiones amarillas
En la segunda parte, mal arranque amarillo. Un parcial de 0-3 en apenas tres minutos llevó el duelo al empate (17-17) Ante la necesidad de reacción, la grada tomó el testigo para animar a los suyos con el 18-19. La esperada reacción de Logroño ponía a prueba al Tubos Aranda. Rogonovs devolvía la renta a los amarillos 20-19. Partido sin descanso, frenético. El físico iba a ser determinante.
Pero los partidos de tanta intensidad siempre tienen altibajos. Tras las dudas de inicio el equipo asentó su juego en la defensa para devolver la esperanza en la victoria con un parcial de 4-0 para un mágico 25-21.
La madurez de un equipo cada vez más sólido fue madurando un partido que a falta de siete minutos dominaba por cinco goles de diferencia (29-24) Los minutos finales volvieron a regalar una fiesta a toda la afición amarilla para cerrar el mejor partido de los de Javi Márquez de la temporada (32-27).
Ahora descanso merecido tras una semana triunfal de los amarillos que suman ya 9 puntos antes de las dos próximas salidas a Puente Genil y Cuenca, de manera consecutiva.
