Comentario de opinión de Jairo Velasco sobre la actualidad del Burgos CF.
Difícil labor a la que se enfrentaba nuestro equipo en la visita a Los Cármenes, no solo por el escenario y por la plantilla de un Granada que remontó el vuelo hacia el play off desde la llegada de Fran Escribá a su banquillo, si no por la falta de efectivos en nuestra expedición, sumado a las escasas y convulsas noticias que llegan desde el club en la etapa más inestable desde la llegada de la nueva propiedad.
Es complicado afrontar un encuentro cuando se habla más de lo extradeportivo que lo del verde, pero Ramis con su planteamiento y con el desarrollo del partido mostró haberse aislado en su burbuja preparando un encuentro desde el rigor táctico, minimizando las armas de un rival también en horas complicadas tras el “Huracán Uzuni”.
A nadie que haya seguido la trayectoria del entrenador tarraconense le puede sorprender la evolución táctica que hemos ido viendo en nuestros jugadores. En su llegada sabía que era necesario ponerse el mono de trabajo para fijar unos conceptos que nos permitieran dejar nuestra portería a cero y a partir de ahí crecer. Sin excusas, independientemente de los efectivos disponibles y priorizando el trabajo grupal a quién ocupara los puestos.
El partido en tierras nazaríes fue prácticamente perfecto desde el punto de vista defensivo. Alternancia entre la altura de bloques según lo requerían los minutos, constantes ayudas de mediocentros y extremos para empequeñecer las armas de un equipo que domina el juego tanto por fuera como por dentro y elevados niveles de concentración que evitaron fallos infantiles que ya hemos visto en repetidas ocasiones esta temporada.
Mención especial también a unos jugadores que han entendido que esta es la forma de salir de donde estamos, priorizando la actitud a la aptitud. Una defensa que empieza con el sacrificio de nuestros jugadores de ataque, facilitando la función de nuestros centrales que impolutos en sus participaciones vuelven a números destacados dentro de la competición.
El único pero le debemos poner en las jugadas a balón parado, tanto en defensa como en ataque. En defensa seguimos sufriendo con cada falta lateral, quizás también por la inseguridad que muestra nuestro portero, resultando uno de los equipos a los que más nos rematan de la liga en este tipo de acciones, y en ataque no encontramos la tecla para sacar rendimiento a nuestras oportunidades. Nada más y nada menos son ciento veinte los corners a favor y únicamente el gol que nos dio la victoria contra el Eldense.
El camino es el marcado, sin florituras ni alardes, apelando al pragmatismo y a la practicidad. Fútbol que comúnmente se llama “de barro” y que tanto ha gustado siempre a orillas del Arlanzón, donde muchas veces es mas celebrada una acción defensiva que un caño o una bicicleta.
Ahora solo falta seguir poniendo piedras sobre la buena base que se ha ido creando y el partido del próximo domingo contra el histórico Deportivo de La Coruña va a ser un duelo crucial para poder tomar un poco más de oxígeno clasificatorio si se consigue sacar el partido adelante.
Trabajo, carácter y oficio.
